¡Prepárase para poner su transformación en marcha!
“Cuando algo es lo suficientemente importante, lo haces incluso si las probabilidades de que salga bien no te acompañan” - Elon Musk
Como seres humanos, todos tenemos tres cosas que podemos decir que tenemos en común sin importar quién eres, en qué parte de este planeta naciste o qué raza eres. Naces, vives y aprendes, y luego mueres. Si la vida le golpea con una vida bendecida o terrible es irrelevante para el hecho de que debes “vivir y aprender”. Muchas personas no entienden este concepto y creen que la vida simplemente sucede sin pensar profundamente en lo que están aprendiendo y cómo esto puede afectar su vida. Al hacer esto, las personas no están siendo intencionales con su vida, están sobreviviendo o existiendo, día tras día, sin metas ni planes reales. Esto no se debe a que algunos de ellos quieran hacerlo a propósito, simplemente no piensan ser estratégicos con su vida porque simplemente están sobreviviendo en este mundo.
Sin embargo, no fuimos diseñados para simplemente existir o sobrevivir. Creo que estábamos destinados a prosperar. Para hacer esto debes tener la intención de auto examinarse mejor. Como instructora retirada de un colegio comunitario y ahora entrenadora, se me ocurrió una estrategia conocida como "El núcleo cuádruple del yo" que puede ayudarle a reevaluar la forma en que se vez en el mundo y motivarlo a ver el más allá. Las posibilidades son interminables si puedes cambiar la forma en que piensas de sí mismo. Comienza siendo real consigo mismo, no más en abnegación, ya sea un buen o mal comportamiento, comienza con una sincera autoevaluación. Hay muchas evaluaciones por ahí que son muy buenas en teoría, sin embargo, dejan el concepto de que eres un ser compuesto de tres partes. Por lo tanto, su evaluación debe incluir las tres partes por igual.
A continuación, la descripción de cómo usted puede hacer esto todos los días sin volverse técnico o atado a teorías. Establecemos ya que somos hechos en tres partes, estas son cuerpo, alma, y espíritu. Para entender cada uno, definimos lo qué es cada uno y cómo se entrelazan con nuestro mundo.
Su cuerpo: el vehículo por el cual puedes interactuar en la Tierra. Envuelve su conciencia del mundo. Con él puedes ver, oír, oler, tocar y saborear, lo que te ayuda a determinar lo que le gusta o no. Su cuerpo es la base de su aprendizaje. Se viste con una chaqueta porque su cuerpo le dice que hace frío afuera o se prepara en un traje de baño cuando su cuerpo tiene calor y le dice que se tome un baño fresco en un día de verano. Es donde su fuerza física, su bienestar o sus dolencias pueden influenciar su parte interna
Su alma: se define como su mente, voluntad y emociones/inteligencia emocional. Abarca su intelecto (también conocido como la teoría de la personalidad de Freud, el yo, ego o su subconsciencia), que es su estado mental con respecto a cosas como los sistemas de creencias. Alberga sus valores y emociones como el amor, el miedo o la confusión. El pensamiento crítico o analítico para tomar decisiones puede verse comprometido por las emociones. Es el hogar de su salud mental. Esta área es crítica en su aprendizaje porque le dice cómo sentirse o no sentirse acerca de lo que sea que esté interactuando, o cómo percibe las cosas. Por ejemplo: “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Proverbios 23:7 o para los que no son religiosos cito René Descartes “Pienso, luego existo”.
Su espíritu: su verdadero ser, conectado a su fe o sistema de creencias central, su energía, su fuerza vital.
Por ejemplo: la creencia de los cristianos, musulmanes y judíos es que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios y nuestro espíritu está conectado a Él. Los budistas creen que podemos ser uno con el universo en espíritu. Los agnósticos creen que su espíritu se conecta a muchos caminos que conducen a un ser superior y así sucesivamente.
Esta serie no es para convencerte de ningún sistema de fe específico, pero si reconocer como tal que también su espíritu debe ser evaluado.
Estos son los próximos preguntas para analizarse y son la base de esta serie. Debe evaluar cada uno individualmente con sólo tres preguntas:
1. ¿Qué tan bien estoy cuidando de mi (cuerpo, alma, espíritu)?
La respuesta a la primera pregunta te ayudará a definir la siguiente.
2. ¿Realmente amo/respeto mi (cuerpo, alma, espíritu) lo suficiente como para cambiar la forma en que hago las cosas que pueden afectarlo negativamente?
La respuesta a la segunda pregunta determinará su camino
3. ¿Qué cosas debo hacer o no hacer para cambiar la forma en que me siento acerca de mí mismo o el camino en el que me encuentro hoy?
Esta es una evaluación básica que usted mismo puede hacerse para ayudarlo a comenzar su transformación. No se puede empezar nada sin un plan de contingencia. Una persona se tarda 21 días en crear un hábito diario, así que asegúrese de haber pensado bien en sí mismo. Determinando así algunas de las cosas que desea cambiar, créase un plan de 21 días o realice una búsqueda en Internet y encuentre uno basado en lo que desea cambiar. Algunas personas necesitan otra persona para mantenerlo responsable para la rendición de cuentas. Si es pérdida de peso, ve al entrenador del gimnasio. ¿Problemas conyugales? Acude a su consejero, párroco o sacerdote. ¿Adicciones? Ingrese a un grupo de apoyo, el punto aquí es obtener ayuda. Nadie es una isla, y todos necesitamos que alguien nos eche una mano. Mi transformación comenzó hace más de 20 años atrás y ya es hora de que yo lo comparta con quienes lo necesiten.
Próxima parte: Examen del alma con palabras